SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La reforma tributaria será el tema dominante en los primeros meses del próximo gobierno. Ya Temístocles Montás lanzó la primera piedra y vendrán otras en formas de grandes rocas, porque hay que preparar muy bien el terreno para que el golpe no mate del corazón a mucha gente. Comentando esas declaraciones de Montás y analizando las cifras más recientes sobre el área fiscal y financiera del gobierno, presentamos tres escenarios que determinarán la profundidad de esa reforma y sobre los cuales también tenemos tres hipótesis.
Los escenarios, basados en cifras a mayo del 2012, son los siguientes:
- No tenemos dudas de que el Presidente Fernández, no satisfecho con el tremendo déficit acumulado en los primeros 5 meses del 2012, que roza los RD$60,000 millones, quiera terminar e inaugurar la mayor cantidad posible de obras públicas en ejecución antes de entregar el poder. Eso podría disparar el déficit fiscal en agosto a RD$70,000 millones y en diciembre por encima de los RD$95,000 millones (4.3% del PIB), cifra final que dependerá de lo que haga el nuevo gobierno en el último cuatrimestre del año en cuanto a la política de gastos se refiere.
- Donde tenemos dudas es sobre lo que decidirá el nuevo gobierno respecto al gasto público, porque el tamaño del paquete fiscal, no solo dependerá del déficit mencionado al mes de agosto o diciembre, sino de hasta cuanto Danilo Medina está dispuesto a sacrificar para reducir el despilfarro que ha caracterizado a esta administración. Este es un punto muy sensible dentro de un partido acostumbrado al clientelismo y al derroche y puede generarle problemas apenas comience a gobernar. En este sentido y partiendo de un riguroso análisis del presupuesto de gastos, hemos estimado que con un plan de austeridad enérgico, que no afectaría el funcionamiento normal del quehacer institucional, se podrían ahorrar anualmente unos RD$30,000 millones. Tenemos un detalle de esos ahorros para cada una de las partidas afectadas.
- Por último, está el tema de la educación. Aquí vuelven las dudas porque no está claro cuál sería la posición de nuevo gobierno de asignarle el 4% del PIB a educación en el 2013, con el escenario fiscal mencionado. Pero de hacerlo, eso implica elevar el presupuesto de ese sector de RD$70,000 millones asignado este año, a unos RD$98,000 millones en el próximo, calculado sobre el PIB estimado del 2013. El problema es que de ese presupuesto asignado a educación, lo que se ejecuta generalmente es el 80% y eso debe tomarse muy en cuenta en el monitoreo del 4%.
Partiendo de estos escenarios, aquí vienen nuestras hipótesis:
Como Danilo Medina no le puede impedir a Leonel Fernández que concluya sus obras y siga profundizando el hoyo fiscal, solo los puntos dos y tres están en manos del nuevo gobierno. De aquí surgen tres hipótesis.
Primera Hipótesis: Si Danilo aplica la austeridad al nivel que hemos planteado (reducción de gasto en RD$30,000 millones) y se le asigna el 4% a Educación, la nueva reforma fiscal debería recaudar alrededor del 2.5% del PIB o unos RD$57,000 millones, contando que en junio del 2013 se eliminaran varios impuestos que fueron aprobados en la reforma fiscal del 2011, entre ellos el 1% sobre los activos bancarios y un 4% adicional en el ISR. Ambos han contribuido a elevar el precio del dinero y la evasión fiscal.
Segunda Hipótesis: Aquí se parte de que la reducción en los gastos será mucho menor a la mencionada y quizás no supere los RD$10,000 millones, para poder negociar con algo en la mano cuando el gobierno tenga que venderle al sector empresarial el cuento de que se trata de una reforma fiscal integral. Lo de negociar es simplemente una forma de aplacar los ánimos porque a final de cuentas, tienen el control total del Congreso y pueden hacer lo que les venga en ganas en los primeros tres meses de gobierno. En ese caso y suponiendo que el 4% para educación va y varios impuestos se eliminarán en el 2013, la reforma debe recaudar alrededor del 3.0% del PIB o unos RD$70,000 millones.
Tercera Hipótesis: Es una simbiosis nefasta de las dos anteriores pero más moderada en términos impositivos. Aquí la reducción de gastos se mantendría el alrededor de RD$10,000 millones, pero para evitar aumentar el paquetazo fiscal a un 3.4% del PIB, que es el algo violento y podría generar muchos problemas, le asignarían a educación solo el 3.3 del PIB en el 2013, subiéndolo gradualmente en los años siguientes. Además, se extenderían hasta el 2015 los impuestos que están previstos a eliminarse en junio del 2013. En este caso, el paquetazo se quedaría en unos RD$45,000 millones o un 1,8% del PIB.
De convertirse en realidad cualquiera de estas inquietantes hipótesis o una combinación de ellas, la reforma tributaria que se apruebe tendrá que afectar necesariamente las exenciones fiscales al sector privado y en particular al ITBIS a una parte del universo de los productos alimenticios que integran la canasta básica.
Por igual, habrá cambios significativos en los impuestos sobre la renta, sobre los selectivos al consumo de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, sobre los activos agropecuarios, sobre los vehículos automotores y sobre las viviendas.
La economía sufrirá una fuerte contracción, sin considerar que hay otras medidas en el sector eléctrico y en el área monetaria y financiera que deberán tomarse en el corto plazo y que tendrán sus repercusiones y daños colaterales en el bolsillo de los consumidores.
En fin, como decía un famoso economista “no hay almuerzo gratis” y ahora todos tendremos que pagar el costo de ese gran banquete que disfrutaron unos pocos. Estos escenarios e hipótesis deben guardarlos para compararlos con lo que finalmente se decidirá antes del finalizar el 2012.
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