La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el director de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), John Morton, presentaron en rueda de prensa las cifras de deportaciones de delincuentes y de indocumentados revelando que hubo un aumento a un 70 por ciento en el año fiscal 2010 de alrededor 392,000, superando las 195.000 personas deportadas en el 2009.
Napolitano indicó que el Gobierno ha centrado sus esfuerzos en la aplicación "inteligente" y "eficaz" de las medidas policiales para combatir la inmigración ilegal, en particular la deportación de criminales, como parte del programa "Barrio Seguro" y que "suponen una amenaza para la seguridad pública". El 33 por ciento de los individuos deportados habrían cometido delitos muy graves, como asesinatos o violaciones, según el ICE.
A pesar del gran numero de inmigrantes indocumentados deportados, Napolitano dijo que estos no representan la prioridad de Estados Unidos. "No son los inmigrantes indocumentados con historial delictivo y los empleadores que con sus prácticas laborales dan pábulo a la inmigración ilegal" nuestras prioridades, insistió la secretaria de Seguridad Nacional.
El Departamento de Seguridad Nacional, desde enero de 2009, en ICE han realizado auditorías a más de 3.200 empleadores sospechosos de contratar a trabajadores sin papeles y ha impuesto multas de cerca de 50 millones de dólares a quienes contratan a indocumentados. "Hemos desplegado una infraestructura, tecnología y personal sin precedentes", agregó Napolitano.
Tanto Napolitano como Morton atribuyeron el aumento en las deportaciones, que en total han crecido un 6 por ciento desde 2008, entre otras cosas, al polémico programa "Barrios Seguras", que emplea información biométrica, entre otras medidas, para identificar y expulsar a extranjeros en cárceles federales, estatales y locales. El programa ha recibido críticas de numerosos grupos pro inmigrantes, que consideran que identifica a personas que han cometido faltas menores, como infracciones de tráfico.
En declaraciones a los medios hispanos, Morton defendió el programa, que consideró "abrumadoramente positivo", y aseguró que "las huellas digitales no mienten". Infracciones de tráfico como conducir bajo la influencia del alcohol, apuntó, "pueden ser muy graves. Mucha gente ha muerto a consecuencia de ello".
Como producto del "Barrio Seguro" de Estados Unidos, se ha generado en los países de origen de los deportados un mayor número de violencia en contra de la sociedad.
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